Que ni la goma ...

Y pase la tarde sentado en esa incomoda silla de la sala de espera. Contemplando durante horas y horas ese pez que llenaba la pecera lagrima a lagrima, buscando vida sin parar e intentando escapar de la muerte.
Preferí correr y saltar por la ventana , huir de las escaleras para no perderme por ningún escalón. Busque el trampolín mas alto de todos,ese que esta mas arriba que el orgullo y el sentimiento. El último trampolin,el trampolin final, el que llega a rozar los inicios del universo.
Salté sin ropa,porque la muerte por mucho que la pintes y adornes,nunca será bella. Porque dibujar sonrisas solo da tristeza. Pesé en dejar de llenar de colores las calles, de iluminar a las personas. Centrarme unicamente en mi interior, donde no entran ni los rayos del sol.
Pero me quedo anonadada,y un sentimiento de tristeza mucho mayor del que he sentido nunca por mi misma,me invade cada vez que veo a ese pobre hombre. El que duerme para no vivir, el que se pasea las calles sin mapa ni lugar de destino. Desgasta las aceras sin sentido, unicamente intenta que pase el tiepo lo más rapido posible.
Siempre me pregunte como un esquizofrénico puede llegar sentirse solo. Que un buen dia,asi,sin mas,las voces dejen de hablar, dejan de darte respuesas a las preguntas que antes contestaban sin pedirlo,y a las miradas...
Pero intentar quemar papeles no solucionará nada. Esa tinta estaba cargada de sentimiento,y eso nunca se va. El viento no es capaz de soplar tan fuerte.